SERRANO DE ALBARRACIN
Con orgullo lo afirmo: soy serrano
nacido en la más alta serranía
cuando el verde pinar se revestía
del manto de la nieve blanco y cano.
Tengo herencia de tierras en secano,
una yunta, dos vacas y su cria,
una punta de ovejas también mia
y los trojes saliéndose de grano.
Un cuerpo que el trabajo nunca agota,
el perro, la escopeta, la navaja
y un alma que ante Dios solo se abaja.
La guitarra que el alma me alborota
una voz sin igual para la jota
y la novia más limpia y la más maja.
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PAN
DEL CIELO
¡Qué blanca nevada
cayó sobre el pueblo
en la primavera
pasado el invierno!
Migajas pequeñas
de pan de los cielos
que mandaba Cristo
a sus pequeñuelos;
cual las margaritas
que en el prado hay cientos
pasaron las Hostias
a labios hambrientos
de la unión con Cristo
ardiendo en deseo.
Hijos de pastores
del color cubiertos
que en el hato visten
los puros corderos
JUan Pascual, Vicenta,
Maria Rosa, fueron
amigos de Cristo
con sus compañeros;
los pájaros rien
saltan sus polluelos
piensan que los niños
habrán de ser buenos
no escarzarán nidos
entre los aleros
ni les pondrán lazos
allá en el reguero.
¡Qué blanca nevada
ha caido en Griegos!
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LA
VERANEANTE
Vi a la veraneante
que ha venido al pueblo
y el alma se me destroza
por cada vez que la veo
con esas blusas de encaje
y falda de color negro
y esos ojos que me miran
y me parecen luceros.
Padre, que quiero olvidarla
y que olvidarla no puedo.
Esta tarde yo la he visto
cuando araba en "los Terreros"
que marchaba hacia "la Muela"
subiendo por el sendero
y por mirarla los surcos
salían menos derechos
y sentía yo una rabia
requemándome por dentro
por no ser en la ciudad
aunque fuera un jornalero
y ahora que estoy aquí
de todo esto me averguenzo.
Padre, la quiero olvidar
porque lo mio no es eso
que lo mio es esta tierra
que viene de los abuelos
es tratar con los abríos
y entender con los aperos
y buscarme a una mujer
de las que cría el terreno
con el nombre de Pilar
y con el color moreno,
bien curtida en el trabajo
y criada aquí en el pueblo.
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ESTOY ENAMORADO
¡Estoy enamorado!
Solo a Tí te lo digo.
La quiero con ternura, lo confieso
con esa ingenuidad que a los amigos
uno cuenta sus cosas
y los secretos íntimos.
La quiero tanto, tanto,
que esto es para sentirlo.
¡Ya lo sabes Señor!
Purifica en mi pecho este cariño,
cepíllame las manchas
que se dejan los vicios,
bárreme las inmundicias
de pobres egoismos
que en mi pecho no quiero en absoluto
sentimientos mezquinos.
Para cuando ella venga
quiero estar yo bien limpio,
que al pegarme sus labios a mis labios
no de la sensación de algo marchito,
ni sus brazos de pámpanos se agosten
al tejerse con fuerza entre los mios,
y el corazón ardiente aquí en mi pecho
sea un volcán activo.
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LA DICHA
Sé que será muy pronto
aunque ignore qué día,
vendrá a mi corazón con sus nudillos
y llamará la dicha.
La estaré yo esperando
con mi traje de frac y mi levita,
ella irá envuelta en tules
cual una nebulosa matutina.
Cuajada de ilusiones mi cabeza,
mis labios de sonrisas,
la tomaré del brazo
e iremos a reirnos de la vida.
Cruzaremos las playas arenosas
y las regiones frias,
los dos juntos unidos
iremos paseando la armonía
de dos vidas gemelas
que se han hecho una misma.
Esto sé que vendrá
en un cercano día,
no importa hoy o mañana
porque no tengo prisa.
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EL CURA DE LA SIERRA
Vive un hombre sencillo
en un pueblo cualquiera
un milagro de Dios
como la zarza arlera,
cual la rosa silvestre,
el pino en la dehesa
o aquella totovía
que salta y se rastrea,
o como el verde prado
y aquella mansa oveja.
El amigo de todos,
aquel que si pudiera
daría hasta la hartura
las fugaces riquezas,
más como nada tiene,
da riquezas eternas.
Su sotana raida
de color verdinegra
tapa todas las culpas,
cubre todas las penas;
a todos da lo alegre
y lo triste se queda.
Es el hombre de Cristo,
aunque no lo parezca
por su porte sencillo
y su humilde presencia.
Les predica palabras
sin aguda belleza,
como el padre amoroso
que a su hijo aconseja,
un maestro de pueblo
que a sus niños enseña
o al abuelo que a veces
reprende y amonesta.
Es algo indispensable
para nuestras aldeas.
El tocar la campana
el espíritu alegra
y el saber que se tiene
un amigo de veras.
Dios del cielo lo sabe,
si hay un santo en la tierra
será sin duda alguna
el cura de la sierra.
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TARDE INVERNAL
Frias tardes invernales
que están muertas en la aldea
el viento barre los poyos
y están las calles desiertas.
Dentro está solo el abuelo
sabe Dios en lo que piensa.
La madre pela patatas
el padre un baste remienda
el hijo mayor relee
una sebosa novela
donde un sherif con seis balas
se ha cargado una decena.
Todo está en mudo silencio
solo el viento brama fuera,
en el hogar se consume
un buen brazado de leña
apoyando en los morillos
que rematan en cabezas
unos pucheros de barro
donde el agua burbujea.
Levanta el padre la voz:
"anda a aviar esas bestias",
se va el hermano mayor
cuando los pequeños entran.
Abre el abuelo sus ojos
y de su mundo despierta
los chiquillos le refieren
como les fue por la escuela
mientras un trozo de pan
a medias luces meriendan
y el abuelo toma el hilo
de aquellas historias viejas
"Cuando el rey nuestro señor
yo serví en aquellla guerra. . ."
El padre acaba el trabajo,
la madre esculla la cena
la madre antes de acostarse
a sus hijos tapa y besa,
y el padre por los establos
ha dado la última vuelta.
Toca a oración en la torre
la campana de la iglesia
el viento sigue su ronda
por las plazas y callejas.
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(Sin título) Pido más
Pido más porque más quiero
hasta que me des tus rizos
para que jueguen mis dedos.
Yo pido más sin descanso
hasta que aprieten las mías
con gran ternura tus manos.
Pido más, no me conformo
hasta encerrar a mi alma
en la carcel de tus ojos.
No te extrañe que más quiera
hasta que me des tus besos
que hay en tus labios de fresa.
Aún quiero más, sí, más quiero
hasta el momento dichoso
que me des tus pensamientos.
No descansa ni porfía
en pedir y más pedirte
hasta que seas tú mia.
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(Sin título) Estarás a mi vera
Estarás a mi vera
como quien vive un sueño
del que ya no querrías
nunca más despertar,
y vivirás tres días
de venturoso cielo
pòrque mejor que ahora
tu me conocerás.
Y cuando el tiempo pase,
que al fín todo se acaba,
y rompa el sortilegio
nuestra separación,
cuando de nuevo broten
las flores de esperanza,
verás que el alma siente
lo que jamás sintió,
y así transfigurada
por la interior ventura,
a tu querida madre
le tienes que decir:
ya sé que a mí me adora
cual no quiso a ninguna,
me quiere y yo lo quiero
¡mamá ya soy feliz!.
Y volverán las noches
que engendran fantasías
y soñarás conmigo
delicias del Edén
hasta que al fin juntemos
tu vida con la mía
en un destino sólo
que acabe al fallecer.
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JOTA SERRANA
Serranica majica
de Albarracín,
que ya suena la flauta
y el tanboril.
Morenica en Noguera
rosada en Torres,
sal que sal serranica
de mis amores.
En Griegos toda airosa
ojos de endrina,
toda esbelta y gallarda
Tramacastilla.
Del Villar y de Frías
linda y esbelta,
como el agua fresquica
Gualaviareña.
De Orihuela señora
guapa en Bronchales,
de Monterde graciosa
de fragil talle.
Dale mañó a la prima
dale al bordón
que baile la más guapa
de Pozondón.
Calomarde buen mozo
Royuela moza,
y la plata del rio
arras de boda.
Por San Ginés altivo
sale una estrella,
es mi niña bonica
la de Rodenas.
Manzanica arenosa
cielo de pecas,
que dulces bocadicos
chica de Gea.
Sal del corro, que tocan,
la jota hurtada,
que demuestren su garbo
nuestras serranas.
Sal, que suena la flauta
y el tamboril,
sal, que sal, serranica
de Albarracín.
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LA ESPERANZA
No, querida chiquilla,
mi esperanza no muere.
Yo creo en este pueblo
por creer en su gente,
que si a veces dormitan
despiertan muchas veces
si hay una voz de mando
que sus oidos hiere.
Yo creo en esta tierra
del campo turulense
que podrá estar nevada,
como campo de muerte,
pero solo es un tiempo,
y luego reverdecen
hermosas primaveras.
Chiquilla ¿qué más quieres?,
si de su propia ruina
siempre rejuvenece
esta tierra de trigo
y de nevada fuerte.
Cuando en ella yo pienso,
mi esperanza se crece
y sueño con mañanas
ricas y florecientes,
cuando todos trabajen
y en la mano se encuentren
los puestos de trabajo
sin nadie que se ausente.
Habrá pan abundante,
y madres sonrientes,
y padres satisfechos
y jóvenes que vuelven
de su fin de semana,
se educará la mente,
y serán más hermosos
los prados y las fuentes,
serán todos más unos,
mientras de amor se cuecen;
y hasta habrá chicas bellas
que dulces me recuerden,
mientras su fantasía
mis versos adormecen.
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TU ALMA
Como la blanca nieve
de la montañas altas,
toda bella y luciente
hermosa y nacarada,
¡siempre sea tu alma!
Como la hueca espuma
que empenacha las aguas
al romper la tersura
contra la costa brava,
¡Siempre tengas el alma!
Como tules de nube
como blondas de gasa,
como alas de querube
o lirio que embalsama,
¡Siempre sea tu alma!
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ORACION
Señor, que su vida
sea un dulce canto,
tejiendo armonías
y acordes trenzando,
y entre tantas notas
que vaya engarzando,
que forme un acorde
tan solo de cuatro:
Pureza... Alegria ...
Humildad ... Trabajo...
Su alma, Dios mío,
su dicha entonando,
hilos de armonía
fluya bajo el órgano,
sin tiempos de espera
y en ritmo de adagio.
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EL MUNDO
Es el mundo lugar en que se citan
los buenos y los malos
a una guerra sangrienta, encarnizada,
entre padres y hermanos;
los buenos laborean como abejas
y rezumban los otros como zánganos,
sin distinción de clases,
profesiones o estados;
se desuellan por dentro unos a otros,
por fuera se acarician con halagos,
y es ateo perdido quien se dice
con gritos petulantes buen cristiano.
Amiga, así es el mundo,
hay que vivirlo cautos.
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BRINDIS
Alza tu mano y brinda, compañero,
con el vino que sangra de mis campos,
no te importe la copa cristalina
que basta solo el cuenco de las manos,
y verás el hervor de las palabras
refrescando el licor a flor de labios.
Brinda amigo, derrama las venturas
sin medida ni tasa al despilfarro
que siempre serán pocas las palabras
que a la madre común le consagramos.
Tierra mia que nace allá en la altura
hecha virgen de nieve, por los altos
que consagran esquilas cantarinas
y cruzan transhumantes los ganados,
y los pinos de copa siempre verde
al cielo se quedaron contemplando.
Y los rios de plata descendieron
dejando a Albarracín ensimismado,
mientras roen la vega que salpican
los frutos del peral y del manzano.
Y Teruel se quedó con sus Amantes
cociendo sus ladrillos y sus vasos,
corazón de la tierra enrojecida
que alentara los hombres más bizarros.
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EN LA PLAZA DEL MUNDO
En la plaza del mundo
los hombres juegan,
a ese juego tan soso
de la gallina ciega.
Buscando van la dicha,
pero nadie la encuentra
porque allí donde se halla
ni de broma se acercan,
pues la dicha se esconde
donde menos lo piensan:
en el alma sin mancha
y en la pura conciencia.
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EL BANDIDO DE LA SIERRA
¡Alante, mulilla Torda!
¡Alante, Cascabelera!
que antes que se ponga el sol
hay que llegar a Orihuela.
La amenaza de mi tralla
por el aire se bandea
y si llegaís sin tropiezo
en Albarracín espera
un doble pienso de trigo
con cebada y con avena.
¡Alante, mulilla Torda!
¡Alante, Cascabelera
Hoy toda es gente de pro
la que a la Sierra se lleva:
un indiano del Villar
que trae mucha riqueza,
el Alcalde de Bronchales
y un Capitán de galeras
y de los Franco Tobía
la más hermosa dondella.
Arread las mis mulillas
mirad que no nos sorprenda
el bravo Antón de Bronchales,
el Bandido de la Sierra,
Yendo a Griegos, el Boleto
lo vió en lo alto de una peña
cuchillo de monte al cinto,
terciando a la bandolera
con damasquinos de plata,
una flamante escopeta
que ganó en la carlistada
a un capitán de la Reina.
Barba reluciente al sol,
manta a cuadros rojinegra,
batida en Albarracín
su indumentaria completa.
Por amor a una serrana
arrancó una mala lengua
y huyendo de la justicia
se hizo el amo de esta tierra,
desde la Peña la Cingle,
hasta allá de las dos Muelas.
¡Alante, mulilla Torda!
¡Alante, Cascabelera!
porque Antón el de Bronchales
los contornos merodea,
al rico deja sin blanca
y a los pobres los remedia.
Migueletes y Alguaciles
no dan con su madriguera
y casi mil pesos duros
ofrecen por su cabeza.
¡Alante, mulilla Torda!
¡Alante, Cascabelera!
que si llegamos con bien
Pericancio nos espera.
Vosotras tendreís buen pienso,
yo gaspachos y sopeta
a dos magras a la brava
y un plato de la conserva.
Nubes de polvo levantan
en el camino las ruedas,
quedose Teruel atrás,
por las cañadas de Gea
suena la tralla en el aire
y rasca el hierro la piedra.
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LIRIO MARCHITO
La niña pequeña
¡que pena! se ha muerto,
pequeña, pequeña
yo me la recuerdo
con sus grandes ojos
y ricitos megros.
¿Y para qué sirven
ahora mis cuentos?
Las bellas princesas,
príncipes apuestos,
hadas bienhechoras
y brujas de negro
se vuelven al mundo
de los vanos sueños.
¿Por qué muere un lirio
apenas abierto?
¿Donde irá su risa
de argentino estruendo?
Mi niña pequeña
¿a qué nuevos cielos
servirá de adorno?
¿Qué ángeles traviesos
le contarán cosas
que marchar la hicieron?
A lomo de estrellas
en noche de enero
hacia no sé donde
emprendió su vuelo.
Angelillos rien
y yo me lamento.
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MUJERCITAS MEDITAD
Vosotras que habeís hallado
la hermosura de un mundo de
rosas y tras el sueño invernal
de la niñez despertais a una
florida primavera,
¡Meditad!
Vosotras que teniendo ante
la vista la bella perspectiva de
un campo de flor ignoraís que
tras el bello terciopelo de un
pétalo se oculta la espina cur
vada y traicionera
¡Meditad!
Vosotras que al brillo de una
luz que escala su cenit vais
contemplando ilusionadas el
hermoso panorama que se alar
ga a vuestra vista hasta el azul
del horizonte lejano, mientras
ignoraís que la luz se precipita
en las tinieblas y el Otoño re
coge las galas y oropeles antes
que llegue el invierno,
¡Meditad!
Vosotras a quienes la versati
lidad de los pocos años y la
irreflexión que germinó a falta
de experiencia no permite me
ditar,
¡Meditad!
¡Mujercitas meditad!
DEDICATORIA
En aquellos momentos de honda calma
en que mis versos por placer escribo,
pensando en la mujer siempre inexperta
cuando el sueño despierte de los niños
tenderle quise yo la mano amiga
y ofrecerle imparcial estos avisos
que he dejado en la la forma de unas coplas
aquí en el ramillete en este libro.
Recibidlas vosotras sin recelo
como el postrer recuerdo que os envio,
que están para vosotras dedicadas
aunque a todas las mujeres las he escrito.
PRELUDIO
Aunque mires, tal vez mis pocos años
no desprecies¡oh niña! mis consejos,
que me hicieron a mi los desengaños
adquirir la experiencia de los viejos.
Empiezan las coplas (añado yo)
Aunque mire los célicos astros
ese arcano lenguaje yo ignoro
pero leo en dos ojos muy garzos
lo que guardan del alma en el fondo
y lo mismo verían
los hombres todos
si el amor no pusiera una venda
sobre sus ojos.
Buena mujer si pareces
más algo en tí no comprendo,
te acompañan muchas veces
y se van después diciendo:
"Mucho ruido y pocas nueces"
No te quiero beata
ni irreligiosa
porque atraganta
ser una u otra cosa.
La hermosura y la rosa
son parecidas
pues si mucho se tocan
pronto marchitan;
pues no eres fea,
no olvides el consejo
que te aprovecha.
Valor tendrás como el oro
pero al momento te entregas
y se derrocha el tesoro
que poco adquirirlo cuesta.
Tendrá siempre un enigma
tu inteligencia
tendrá siempre un deseo
tu corazón,
y aunque tú no lo quieras
una espina en tu alma
siempre es facil que tengas.
Que bella cosa es vivir,
vivir y solo gozar
si no viniera el morir
nuestros planes a tronchar...
Vivamos pues, vivamos
más de tal suerte gocemos
que el dia en que terminemos
nada que doler tengamos.
No seré quien le diga a usted que es fea
pues aún guarda su encanto y su hermosura
más aunque no lo crea
le ha dado por mancharse de pintura
y toda se estropea.
Quien mira pide palabras
y el que besa pide excesos
¡ay niña! no te guardas
de miradas y de besos.
El dar a las mujeres
aunque ellas lo pidieran un consejo,
es la más de las veces
perder el tiempo.
Si del rostro la gracia son los ojos
y reflejo los ojos son del alma,
cuanda esta se halle con su pura calma
serán estos hermosos.
Busca pues los encantos verdaderos
que así te ha de evitar esta hermosura
gastarte los dineros
y la cara cubrirte de pintura.
Si fueras más reflexiva
y menos precipitada,
el hombre que a tí se arrima
no serías engañada.
Un enigma es la mujer
cuya misteriosa clave
tiene dificil que ser
pues una vez que se sabe
llega su encanto a perder.
Yo sé que te paseas por la Plaza
y también que te sigue más de alguno,
más no creas chiquilla las palabras
que te diga ninguno.
Espera, encontrarás algún ingrato
si a alguno ingratitud profesares
que en punto a ingratitudes
nos hicieron a pares.
Al correr de los años Carmencita
no olvides tú
que es adorno del rostro la sonrisa
y es adorno del alma la virtud.
A nadie, querida niña,
quieras tú nunca envidiar
si una careta de dicha
vieres su rostro mostrar,
porque muy dentro
le corroen el alma
torturas ciento.
Cuando veo tu cara revocada
con tres manos espesas de pintura,
yo calculo los años que te guardas
tras la bella careta de hermosura.
La belleza es la flor de una tarde
que muriendose el dia marchita,
todo pasa,¡oh mujer! y es laudable
en esta vida.
Te paseas coqueta y vanidosa
sin que tu necia pretensión acabe
y acecha la vejez que es una fosa
donde tanta ambición y gloria cabe.
Si al cambio de unas promesas
accedes a mis deseos
no creas que me interesa
el prometer más o menos.
Una mujer irritada
lo que es deja de ser:
es diablo, fiera enjaulada,
lo es todo menos mujer.
Entre el hombre y la mujer
tiene que haber sus distancias,
el beso es quien las acorta
y el no besar quien las guarda.
Sin esperanzas empiezo
a escribir y aconsejar,
porque pedís un consejo
y os reís de quien lo da.
La joven tiene un defecto:
el no poder vislumbrar
que la ilusión es un sueño
distinto de lo real.
No te precies, oh niña, de hermosura
que todo pasa
y solo la virtud es lo que dura
dentro del alma:
ya ves la rosa
que dura un solo instante
y es tan hermosa.
Dicen que un año más y es uno menos
que a la vida se quita,
pasa el tiempo veloz sin que pensemos
que se aleja, oh Clarita,
llevando entre sus alas invisibles
nuestros sueños y anhelos imposibles.
Es la vida una flor grata de aroma
que dicha ofrece con argucia fina
mira el tallo y verás Silvia, que asoma
el punzante aguijón de aguda espina.
De coraje me lleno y que lo creas
si alguna de vosotras va pintada,
la pintura dejadla para feas
porque a vosotros, no, no os hace falta.
Para el labio la sonrisa,
para la frente el candor,
la conciencia siempre limpia
y en el pecho un puro amor;
pues en la vida
sin blancura en el alma
no existe dicha.
Ten firme voluntad y nunca cedas
ante el menor capricho
que el corazón del hombre aunque no creas
es un abismo,
y cuanto más se le eche,
más aún y más pide
sin que se llene.
El corazón y la rosa
deben a su tiempo abrir
que es la vida muy penosa
y hay tiempo para sufrir.
Se humilde y se cariñosa
y te querrán con ternura
pues con estas dos virtudes
de sobra está la hermosura.
Igual que las siemprevivas
son niñas las esperanzas
pues crecen siempre las mismas
cuanto más se las arranca.
Cuando un hombre te quiere con firmeza
no pidas más porque eres ya feliz
y al acero no purebes su dureza
que jamás si quebrase lo has de unir.
Yo no soy un llorón agua-fiestas
que amargando se pasa la vida
me gusta que las niñas se diviertan
si es que no olvidan
que hay juegos peligrosos que resecan
la fuente del honor y la alegría.
Aquello que no alcancen
unos ojos bonitos
los ojos de una madre
lo han conseguido.
A escribirte me apercibo
el autógrafo que pides
y con afecto lo escribo
para que nunca me olvides.
No des crédito al hombre
que habla y prometa
que no hay cosa más falsa
que las promesas:
los corazones
no saben otro idioma
que las acciones.
A quien hoy con almibar de palabras
ajar pretende tu fragante flor,
has de ver el primero despreciarte
el vínculo sagrado de tu amor
que al tiempo de casarse,
la mujer virtuosa es la que vale.
Acuérdate por siempre, linda niña
que al tratar de interés y de amor,
será siempre tu amiga
de todos consejeros el peor.
Si las almas y la tierra
fuesen de limpio cristal
yo creo que no existiria
tanta negra oscuridad.
De niña tendrás mil sueños
y de joven ilusiones
desengaños de casada
y de madre sinsabores.
Un día y otro día el calendario
constantes desnudamos de sus hojas
y el tiempo advenedizo va ente tanto
huyendo sin demora:
aprovecha ese tiempo que se pasa
pues igual que los cuerpos envejecen,
envejecen las almas.
La mujer que tan solo guapa sea
es juguete en las manos de niño
que al tiempo de casarse,
se echa en olvido.
No te debes olvidar
si un hombre se acerca a tí
que unos viven por amar
y otros aman por vivir.
Lo que más al chico gusta
es decir guapa a una chica
y lo que a ella más agrada
es oir que se lo digan.
La niña es la que siembra
las bellas flores
que en mil sueños florecen
mientras es joven;
pero la vida
tras la noche del frio
hiela su dicha.
No te fíes del hombre
que es mentiroso
cuando dice un insulto
o echa un piropo,
que aún el más bueno,
las más negras traiciones
le caben dentro.
Me dejabas a mí por ir con otro,
y aquel hombre al final te abandonó.
Ignorabas mujer que a los ingratos
los castiga Dios.
Todas mujeres son buenas
pero lleva la razón
quien dijo que los ladrones
los hacía la ocasión.
Pretendes ser amada
por ser hermosa
y olvidas que es preciso
ser virtuosa;
pues no te asombre
si en perder la hermosura
pierdes el hombre.
Un serio juego es la vida
que sin quererlo se pasa
y el que la empieza con risa,
con llanta siempre la acaba.
No te debes gloriar, linda niña
si eres hermosa,
que yo ví marchitar al momento
mil bellas rosas;
y en esta vida,
lo que traiga el futuro
no se adivina.
Inclinada es la mujer
siempre a ocultar la verdad
e imprudente suele ser
si habla con sinceridad.
No te vendas a un hombre toda entera
para obtener su amor,
que hay en tí algún valor que le supera
a todo su valor.
Reirte de algún chico
no te aconsejo
que pierdes un amigo
o haces con ello
que en adelante,
no te deje tranquila
ni un solo instante.
El cuerpo de tus cuidados
que hoy a tu placer regalas
será pasto de gusanos
en fecha no muy lejana.
(Para evitar desengaños
piensa un poquito en tu alma)
Por si algún incauto engaña
no es mal la mujer se pinte
algo a lo que me extraña
que alguno el anzuelo pique.
El oro es mal cebo, niña,
para buscar un marido
porque lo bueno y lo malo
corriendo van tras su brillo.
Es el beso la moneda
con que la mujer se vende
y aquella mujer que besa
comprada ya se la tiene.
"¿Un beso? NO es un exceso
no hay que darle importancia que no tiene".
No te atrevas, oh niña, a decir eso
que es un golpe muy fuerte
¡y qué grandes murallas bate un beso!
Si una mujer consigues que te ame
has alcanzado un angel tutelar,
pero si en cambio el odio solo atraes
una furia infernal.
Es un beso el juntar de dos mejillas
indicando dos almas que están fundidas.
¿Pero es pecado?
según las intenciones
con que se ha dado.
Aunque entonces así no lo creyera
hoy comprendo decía con razón
que es el más grande desierto de la tierra
ha de ser desierto corazón.
El honor es aroma que la muerte disipa:
la riqueza una carga que tendrás que dejar.
La hermosura una rosa que la tumba marchita,
la virtud un adorno que la gloria te da.
"Mujer" No hay cosa igual que a mi me asombre
ni palabra de encantos más divinos.
¿Y por qué hemos de dar tan santo nombre
a algunos personajes femeninos?
Tal vez yo nada entiendo de hermosura
pero siempre un consejo es imparcial
y es el mio te quites la pintura
porque estás más bonita al natural.
El besar en el rostro es cariño
y el besar en los labios pasión,
el besar en la frente del niño
pureza y bendición.
Estando con tus amigos
no quieras pasar por lista
que esta es la única imprudencia
que no te perdonarían.
No valores al hombre
por sus palabras
sus acciones valora
que esas no engañan.
Bellos son franqueza
los años juveniles
y la fresca belleza
de doce abriles:
pero sin el alma pura
no lo olvides Consuelo
la belleza no dura.
Cuando pintada te veo
que por las plazas paseas
parece vayas diciendo:
Me pinto porque soy fea.
El lenguaje del amante
no se expresa con palabras
con suspiros recortados
con acciones, con miradas.
No quiero tu indiferencia,
prefiero el odio mejor
por ser el odio, en vosotras
el prólogo del amor.
No esperes que te de ningún consejo
porque es para una niña
la cosa más inutil según creo,
pues tiene falsa idea de la vida
más si acaso algún día no te acuerdas
quisiera recordarte
que de todas bellezas que poseas
las del alma tan solo has de llevarte.
A pedir el consejo de un amigo
la mujer es muy dada
y hace luego que lo haya recibido
lo que le da la gana.
Es el medio más seguro
para mandar en tu casa
obedecer al marido
en todo lo que manda.
En el mundo es una gran verdad
que te aprovecha lo mismo
la necia frivolidad
y el absurdo misticismo.
Si vieras que en besar
de pasión hubiera exceso,
huye niña de ese beso
que roba tu honestidad.
¡Tan niña y con rondador!
No sé por qué me recuerdas
aquella temprana flor
que antes de que mayo venga
desparramó ya su olor,
y cuando a las otras abra
su brote de primavera,
pierde su gracia lozana
y del arroyo a la vera
mustia se va y despreciada.
La declaración más noble
de todas las que te hagan,
han de hacértela los ojos
antes aún que las palabras.
Si lo has logrado
conseguiste el plumaje
de un cisne blanco.
Las mujeres hermosas
para un paseo
que de nada más sirven
en pasar de esto;
pues para boda
solamente aprovechan
las virtuosas.
Ese recuerdo imborrable
de todos los que te adoran
¿sabes cuando ha de acabarse?
cuando bajes a la fosa.
Es el beso erupción insostenible
del ardiente volcán del corazón
y no olvides que es siempre reprensible
pues lo engendra furores de pasión:
que aún el beso materno
en estricta moral merece infierno.
Tal vez es por lo mucho que te ha querido
tal vez es por lo mucho que te ha besado,
tal vez es...no lo digo,
pero astío le diste y te ha dejado.
Una joya es la hermana cariñosa
y un tesoro la madre santa encierra
pero la amante esposa
es un cielo en la tierra.
Para casarse el hombre mira el rostro
y la mujer el alma,
él ama antes de unirse en matrimonio
y la mujer después de que se casa,
pide el primer amor en monopolio
y la mujer el último reclama.
Venís a pedir consejo
del que lo da os vais burlando
y volveís al poco tiempo
más ay, que volveís llorando.
Entre todas canciones que tú sabes te preguntan cual es la que te agrada
y tu enconges los hombros indolente
cual si dudaras.
Yo se bien que en tu oido
la canción de tus propias alabanzas
tiene mejor sentido.
La experiencia es en verdad
remedio bastante bueno
mas llega como el galeno
después de la enfermedad.
Dos grandes ojos que sueñan...
Un labio en flor que suspira...
Por cientos los desengaños
se contarán en la vida.
Juega el hombre a que lo quieran
y la mujer a quererlo,
¿quien es al final quien pierde?
¡el que puso más en el juego!
La declaración más noble
de todas las que te hagan,
te la dirán con los ojos
mejor que con las palabras.
Si esto has logrado,
alcanzaste el tesoro
más codiciado.
La mujer que habla en la esquina
se piensa que al criticar,
la fama a otras les quita
a sí misma se la da.
Un sueño es bella cosa
mientras lo sueñas,
pero quedas más triste
cuando despiertas.
Pasa lo mismo,
si gustas de placeres
los prohibidos.
Estás en primavera:
luz y colores,
alegria, palabras,
risas, canciones.
Luego al otoño
se irán los hombres
más derechos al fruto
que hacia las flores.
Viendo niña tu hermosura,
creo que debo alabar
al carmín y la pintura,
pues te dan la galanura
que Dios no te quiso dar.
Es la vida lo mismo
que las coronas,
sobre un aro de pajas
algunas rosas:
eso es la vida
diez cuentas de tristeza
y una alegría.
Amando sin admirar
no hay amor,
que solo es vana amistad
amar sin admiración.
Mostrador, una radio,
tapas, cerveza,
cigarrillo en los labios,
sobre una otra pierna...
¡no te fastidia
que hasta los mismos hombres
falda se vistan!
Lo importante en este mundo
no es ser hombre o ser mujer,
si no vivir plenamente
eso mismo que se es.
No me importa que seas muy devota
y una mujer cualquiera mucho menos,
si no apartas jamás de la memoria
que son siempre viciosos los extremos.
Para un amor tierno, tierno,
no hay providencia más grande
como un desengaño a tiempo.
Nos hablas de tu hermosura
de la que yo nada sé,
porque con tanta pintura
el rostro no se te ve.
¿Un beso?
es el trastorno
del alma y cuerpo.
De joven te sonries,
de madre lloras,
y al final de la vida,
de anciana oras.
Sin que se de cuenta el chico,
échale el anzuelo, chica,
pero lánzalo escondido
porque si lo ve no pica.
La hermosura del rostro y la del alma
son una sola,
porque al uno refléjase en los ojos
la de la otra;
niña graciosa,
si el alma tienes limpia
serás hermosa.
Van las palabras al aire,
las promesas al recuerdo,
y el amor se va al olvido
si en pos de otra va el deseo.
Dejame que te diga chiquilla
porque te aprecio,
no te debes fiar de ese hombre
y es mi consejo,
pues las otras lo tildan
de los mejores,
y sería el peor si le dieras
dos ocasiones.
Es la mujer a piedad
igual que aroma es la rosa,
porque la frivolidad
hace una mujer muy sosa.
El juramento es la moneda falsa
con que las deudas del amor se pagan.
Debe la joven de ser
piadosa por convicción,
si quiere después tener
consuelo en toda aflicción.
Las flores como las niñas
tienen igual condición,
y cuanto son más sencillas
aún más atractivas son.
No se fies de promesas
que hombres contra honor te hicieren,
porque ya no las recuerdan
alcanzado cuanto quieren.
COLOFON:
Si de tantos consejos por extraños
acaso te chanceas
el tiempo ha de cobrarte en desengaños
cuantas cosas te digo y tu no creas.
FINAL:
Adios, adios, pequeña mujercita
que crucé de mi vida en el sendero,
refrena el corazón, la fantasía,
y no olvides tampoco estos consejos,
que si algo te aprovechan en la vida,
me doy por satisfecho.
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ORIHUELA DEL TREMEDAL
Levantose, hecha el gallo a la aurora
con la cresta arenisca encarnada,
espolsándose al viento temprano
su plumaje de calles y casas.
Dirigió al Tremedal sus clarines
saludando gentil a su Amada,
una Virgen morena que vive
allá solitaria
entre mares verdes
donde la pinada.
Cuando el sol ya brincó por los montes
por la recta del Puerto hecha a escuadra,
que se empieza cual arco de triunfo
y fina en cascada,
saltarines llegaron los ciervos
que tenían su cita en el agua,
cuando el cuerno despierta armonías
de esquilas dormidas, y va la cabrada
monte arriba ganando la altura
de piedra arenisca por el sol dorada,
suenan en la Torre voces pastorales
que a los fieles llaman.
Los machos delante, chaqueta a la espalda
van los labradores
y la peonada,
miran a la Virgen Reina entronizada
allá sobre el monte su casita blanca
como una paloma torcaz,
¡qué montones verdes son la real capa!
Los pinos erguidos le forman escolta
son la Esclavitud de la vieja usanza,
la vieja milicia de los Granaderos
y los Fusileros que la acompañaban,
calzón encarnado y azul la casaca.
Y Orihuela vive
feliz su jornada,
bajo el aire puro
del cielo sin mancha,
que también comparte con los visitantes
que el estío pasan
con su vida simple de linda pastora,
tal como la cantan
églogas antiguas
y coplas serranas.
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EL INCENDIO DE ORIHUELA
En mil ochocientos nueve,
a la villa de Orihuela
marcha el general Henriot
que ha subido de Noguera
persiguiendo a Villacampa
y derrotas solo encuentra.
Un padre y un hijo están
de guardia ¡trágica espera!.
a su lado ha florecido
una granada francesa
y un latigazo de muerte
cortó su pierna andariega.
Suben que suben franceses
y ellos entre sí conversan;
hijo, ¿qué son esas cabras
que cruzan por la vereda?
Padre, mire, mire padre.
Hijo mío, cuenta, cuenta.
Padre, los franceses son
que el avance ahora empiezan.
Padre, que suben la cumbre
y que al Tremedal ya llegan.
¿Quién traicionó a Villacampa
que le atacan por la izquierda?.
Malhaya de los traidores
que venden el santo y seña.
Padre, que van a la Ermita,
mire padre que se acercan
y van a robar las joyas
que son de la Virgen nuestra.
Ladrones esos franceses
que sacrilegios perpetran.
Padre, que se están llevando
coronas y diademas,
las que la Virgen lucía
todos los días de fiesta.
Padre, que bajan al pueblo
y a las jóvenes y viejas
las llevan a fusilar
a lo alto de las eras.
Que nos maten a nosotros,
si quieren sangre que vengan
porque solo los cobardes
matan gentes indefensas.
Padre, que incendian el pueblo,
que arden ya las casas nuestras.
Ya construiremos chozas,
déjalos si es que las queman.
Padre, que suben antorchas,
que quieren quemar la Iglesia
y en la Iglesia está la Virgen,
Mosén Juan Valero reza,
pero, padre, los franceses
no son hombres que son fieras,
y si nos dejan sin Virgen
¿qué puede ser de Orihuela?
Hijo, no, la Virgen no,
¡mis piernas!, quiero mis piernas.
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ESTAMPAS VIEJAS
25-oct.-1809
Retaca, maño, el trabuco
que los franceses avanzan;
dicen que vienen tres mil
y el bárbaro Henriot los manda,
dejando rastros de muerte
por donde quiera que pasan.
Afina la puntería
sin desperdiciar tu bala
y demuestra a los gabachos
tu temple de alma serrana.
Del cerco que le tendieron
logró salir Villacampa,
con sus trescientos serranos
se ha batido en retirada
y la Ermita de La Virgen
está siendo profanada.
Retaca, maño, el trabuco,
retaca, maño, retaca,
que se lleven los tesoros
y roben todas alhajas
que sus fieles regalaron
a nuestra Virgen sagrada
que en lo alto del Tremedal
en este pueblo reinaba.
Pero como a ella la toquen,
antes les parto yo el alma.
Dice que incendian los campos
y los pinares abrasan.
Retaca, maño, el trabuco,
retaca, maño, retaca;
no me puedo levantar,
hazme venda de la faja, que me han
pegao en la pierna
y el cuerpo se me desangra.
Que peguen fuego a los campos
y que los pinares ardan,
¡qué importa ya la madera
cando peligra la Patria!
pero que toquen la Virgen
no hay gabachos en la Francia.
Dice que queman el pueblo
y Henriot con una guitarra,
está haciendo de Nerón
viendo las chustas que saltan.
Así son los generales
que Napoleón nos manda;
vete gabacho a los montes
que te espera Villacampa,
que matar gente indefensa
no es gesta para contarla.
Ya no me importa que al pueblo
se le calcinen las casas,
otras harán los que vengan
aún más fuertes y más majas;
pero que toquen la Virgen
sus sacrílegas manazas,
con las fuerzas que me quedan
les clavaré mi navaja.
Dicen que Mosén Valero
consiguió no se incendiara
nuestro templo parroquial
donde la Virgen se guarda.
Retaca, maño, el trabuco,
retaca bien y dispara,
que yo me muero tranquilo
porque tengo la esperanza
de que Orihuela no muere
porque la Virgen no falta.
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ALBARRACIN, LA CUMBRE
Albarracín arista,
un brote de la piedra,
rojo picoteado
de la española cresta,
mirándote en el río
como la hurí coqueta,
mientras te duerme el viento
narrándote mil cuentos y consejas.
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ALBARRACÍN, LA CÚSPIDE
Albarracín, al cielo,
un brote de la piedra florecido,
roja cresta de España
marcada por tus picos:
hermosa hurí coqueta
que a moros y cristianos se ha vendido,
en vano pasó el tiempo,
perduró ante los siglos
Wad el Abiad de plata
la durmió de sus cantos al hechizo.
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ALBARRACIN, LA GRANDE
Albarracín, ¡qué historia de grandeza
en su brazo te canta el Blanco Río!
De pintura rupestre el atavío
al nacer te ciñeron con rudeza.
Dominando del hierro la aspereza,
vino el romano hurtando tu albedrío.
Media Lunas te dieron señorío
alargando hasta el mar tu realeza;
Y un navarro, al hacerte servidora
de la Madre de Dios Santa María,
te enfeudó muchos pueblos por Señora,
y aún sigue unida a ti la Serranía.
Mudó el tiempo, mas tu fisonomía
sigue igual, cara al Río soñadora.
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ALBARRACÍN, SEÑORA
Albarracín añosa
que aferrada a las peñas hizo nido
Tu cuerpo es de coloso,
tu alma de castillo.
Abrazo de murallas
medidas por los siglos,
montándote a horcajadas
sobre la arista dura del espinazo ibérico.
cara a las dos vertientes
corazón palpitante de los ríos.
Como hebilla de plata repujada
que del Turia y el Tajo estrecha el cinto.
Albarracín, Sultana,
que en sueños medievales se ha dormido
y conservan encantos de sus lunas
sus noches de prodigio.
Atractivo moruno el de sus casas
cabrada en equilibrio.
Tapices de su césped
escolta de sus pinos,
veredas trashumantes
hechos surcos de lana los caminos
que llevan hacia el sur
el hato del ganado peregrino.
Pueblos de su montaña
Congelados y esquivos:
Orihuela una perla,
Griegos un pajarillo,
Guadalaviar nodriza,
Y Gea un paraíso.
Villar de roca dura
y Bronchales de vidrio.
Noguera descansando
se libra al carasol del Norte frío.
Ródenas hecha púrpura,
Torres rubí arenisco.
Terriente toda verde
se quedó enamorando al Vallecillo.
Tramacastilla hundida
sale a lavarse al río,
Tormón, Cuervo, Veguillas,
Jabaloyas morisco
sin las brujas famosas
que fueron de aquelarre y se han perdido
constelación de pueblos
en tu cielo limpísimo.
¡Corona de tu gloria
flor de tu señorío !
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LOS MAYOS MODERNOS
Ya estamos a treinta
del abril cumplido
en edades maña
andaís ya lo mismo.
A cantarte el Mayo
salada venimos
dos tuertos y un sordo,
dos cojos y un bizco.
Esos son tus pelos
mucha permanente,
y dentro Dios sabe
si son un albergue.
Tu frente espaciada
es campo de guerra
donde las arrugas
con manchas pelean.
Esos tus dos ojos
como dos luceros
todos legañosos
pequeños y feos.
Esas tus pestañas
todas arqueadas
parecen dos tiznes
que adornan tu cara.
Esa es tu nariz
tan retorneada
que para un escriba
viene ni pintada.
Esos son tus morros
que recolorean
y que por arriba
llevan una ceja.
Esa tu boquita
una chimenea
por donde te sale
el humo de Celtas.
Y después galana
ese cuello viene
que empieza en pintura
y acaba en reteces.
De lo que se sigue
no digo lindezas
pues debe su gracia
solo a la ortopedia.
Esas son tus piernas
algo retorcidas
tan anchas de abajo
como anchas de arriba.
Si quieres saber galana
el mayo que te ha tocado
pregúntale a San Antonio
a ver si ha hecho ya
el milagro.
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YO SOY ASI
Yo soy así marinero,
de argentina singladura
que en ningún puerto me quedo,
voladora golondrina
que no encuentra fijo alero.
Soy un jardín de poemas
que brotan de mi cerebro,
son días de primavera
y noches de crudo invierno.
Yo creí no tener alma
y ahora se que la tengo.
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INTRODUCCIÓN
Un verso me pediste,
sí, me pediste un verso,
por eso amiga mía,
solamente por eso,
lo escribí en un instante
y aquí te lo presento.
Como aquel que regala un juguete
o un caramelo,
como se hace una suave caricia
o se da un beso;
cual si fuera una rosa aromada,
cual un clavel abierto,
en un sobre pequeño
cerrado te lo ofrezco.
Engarzando una a una palabras,
combinando al azar pensamientos,
he formado un collar de palabras
que engarzo a tu cuello.
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